Viajar en el Metropolitano no es una experiencia muy agradable. Miles de limeños hacen, por lo menos, dos veces al día una larga cola en la estación, para luego ir parados, apretados y, en verano, con un calor tremendo.
Al mismo tiempo, hay una infinidad de “transportistas” informales que ofrecen su servicio en la misma ruta a un precio superior hasta en 100% al del Metropolitano. Esto sucede porque la demanda de transporte supera con creces la oferta formal, la cual no puede incrementar sus unidades porque tiene márgenes muy ajustados por los precios que le fija la Municipalidad de Lima.
Se ha informado que hay planes para ampliar sus rutas y poner más buses, pero pensamos que si aplicáramos un poco de marketing se podrían tener algunas ideas interesantes, que llegarían a beneficiar tanto a los pasajeros como a los proveedores del servicio.
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La idea central es darles a los concesionarios la oportunidad de poner, en las rutas que atienden en la actualidad, vehículos adicionales a los del trayecto regular. Estos ofrecerían un servicio alternativo con más comodidades pero a un precio fijado por el mismo concesionario. Esto aumentaría su rentabilidad sin tener que subir el precio del transporte regular además de reducir, en algo, el volumen de pasajeros en las unidades regulares.
Aplicando el concepto de segmentación, seguramente encontraríamos que hay un número no menor de pasajeros que estaría dispuesto a pagar un precio mayor por viaje por un servicio “Premium“ que solo acepte personas sentadas, o uno solo para mujeres, que además no requieran hacer la misma cola que los viajeros del servicio regular que pagan 2.50 soles. Después de todo, no todos tienen la misma capacidad de pago. En el transporte aéreo y en el terrestre interprovincial, desde hace años existe la clase económica, la de negocios y la primera, con diferentes niveles de comodidad y costos.
El marketing nos enseña que el precio es la expresión del valor percibido, el cual no es igual para todos los segmentos del público objetivo. Hemos dado solo dos ejemplos de servicios para los que el Metropolitano pudiera evaluar su demanda y su precio. Para este último existen estudios de sensibilidad que nos permiten conocer qué nivel de demanda podemos obtener ante variaciones en el costo. Personalmente tengo la hipótesis de que hay un segmento importante de pasajeros que pagaría hasta 3.50 soles por asegurarse un asiento y mayor comodidad, y muchas mujeres pagarían 3.00 soles por ir en una unidad que lleve solo personas de su género.
Muy pronto la responsabilidad del transporte urbano la tomará la ATU. Si tiene contemplado contar con un área de marketing, desde aquí le dejamos la tarea de evaluar esta idea. Miles de limeños se lo agradecerán.
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