Foto: Difusión
No es que lo diga en tono irónico, sino que es la pura verdad. Hoy por hoy, la devolución tiene un peso importantísimo tanto para la agencia como para la realizadora. Este proceso demanda; tiempo, energía y dinero.
Hace un tiempo atrás esta palabra no existía, ni se escuchaba en el medio. Hoy, es casi imposible que aprueben un proyecto sin tener clara; la visión, enfoque del Director y la manera de como la realizadora piensa enfrentar la producción, logística y demás.
Nos juntamos todos en la productora para conversar y “pimponear” ideas. La política en vuestra realizadora (LIBERTAD), es brindar siempre en su propuesta; un punto de vista que respete el concepto creativo y brief pero atreviéndonos a generar contenido relevante para hacer piezas contundentes. Son horas de pensar, repensar, recapitular, cuestionarnos hasta llegar a algo que nos convenza, que funcione y ayude a que la idea crezca más.
Luego nos abocamos a encontrar referencias que ayuden a contar la propuesta, horas de búsqueda. En este momento, como realizadores audiovisuales, nos encontrarnos con ejemplos que inspiran y ayudan a visualizar otras formas de contar historias, La edición, fotografía, acting, moods y demás, son de hecho, una gran fuente de retroalimentación.
Lo importante es entender que la forma como visualizas un comercial, no es la única, existen mil maneras de enfocar un audiovisual, porque así como ganamos también perdemos y los motivos son varios, tantos como las formas de contarlo. Por otro lado, este rubro te enseña a “cuajarte” a la fuerza, muchas veces perder un proyecto duele, jode y es porque le coges gusto y te enfocas, piensas todo el día en cómo puede quedar mejor y hasta el último minuto sigues evolucionándolo.
Siempre llegas a encariñarte con una idea, un guion, y por eso jode. Sin embargo cuando lo ganas, es muy retador hacer crecer más a este “hijo”, cuidando cada detalle, sin dejar algún cabo suelto y así es como te vas apropiando del comercial.
Finalmente así somos los que trabajamos en este mundo del audiovisual; vehementes, obsesivos, obstinados y demás. Seguro más de uno entenderá todo el trasfondo de esto, porque a pesar que te sacas “la mugre”, puedes ganar o perder y sigue siendo un trabajo a pedido que probablemente mañana más tarde, nadie se acuerde de la pieza audiovisual, ni sepan de todo el esfuerzo, de toda esa sacada de “mierda”, pero para nosotros, es un reto y un logro que termina siempre por reafirmar la vocación.