“Soy Director de Cine” es una afirmación corta, fácil de pronunciar, amplia de concepto y muy rica al mismo tiempo. Hoy por hoy es fácil escuchar a una persona, sin importar su edad, afirmar con solidez “Soy Director”. Quizás algunas veces con una mejor precisión tal como “soy director de comerciales de televisión”, “soy director de videoclips” o “soy director de documentales”.
Ante esta afirmación pretenciosa para algunos y valiente para otros, entra a modo de respuesta automática en nuestras mentes la idea de “él es director porque sabe mucho de cine o de comerciales o de ficción o de documental”. Me pregunto si estamos entendiendo bien ¿qué significa ser Director?
No se trata de lo técnico, no es tener los mejores equipos, no son los años de trabajo, ni los clientes que manejamos lo que nos convierte en directores. Al final, el cine se trata de contar una historia y sabemos que las historias se cuentan entre seres humanos, siempre con alguna intención y particularidad, buscando hacer reír, llorar, angustiar o reflexionar. Los directores somos cuentacuentos, que a través de una cámara, un equipo de gente y una pantalla emocionan y dejamos un mensaje.
La tecnología avanza a pasos agigantados y seguimos preguntándonos sobre cámaras, luces y efectos especiales y olvidamos algunas veces que lo que garantiza nuestro mensaje y a un público totalmente fascinado es nada más que un buen cuentacuentos, EL DIRECTOR.
Escrito por: Martín Balbuena, Director general IN Audiovisuales.