Según el “Informe de entretenimiento en medios digitales” del 2024, elaborado por Digital Entertainment Group, las ventas de películas físicas en EEUU cayeron por debajo de los mil millones de dólares, lo que representa una disminución del 94,2% comparado al máximo histórico de ventas.
El formato DVD marcó una antes y un después, puesto que cambió por completo la forma de ver películas, documentales o series desde la comodidad de casa. No solo era menos pesado que un VHS, sino que también permitía consumir el contenido en mejor calidad y dio pie a lo que luego se conoció como Blu-ray.
Si bien propició que en muchos países pulule la piratería, lo cierto es que facilitó y diversificó el acceso a muchas propuestas audiovisuales. En el Perú, por ejemplo, el mítico Pasaje 18 del centro comercial Polvos Azules fue el punto de encuentro de todo aquel que buscara películas rebuscadas de otros continentes e incluso algunos directores llegaron a visitarlo, pese a que comercializaba copias ilegales de sus trabajos.
Ineludible declive
El auge del DVD fue una época linda para todo cinéfilo; sin embargo, con el paso al formato de streaming no tardó en volverlo obsoleto. Según el “Informe de entretenimiento en medios digitales” del 2024, elaborado por Digital Entertainment Group, las ventas de películas físicas en Estados Unidos (EEUU) cayeron por debajo de los mil millones de dólares.
Esto representa una disminución del 94,2% comparado al máximo histórico de ventas de 16.600 millones de dólares en 2006. Su caída comenzó en el 2008, aproximadamente un año después del lanzamiento de Netflix.
Además, los principales minoristas, entre ellos Best Buy, Target y Walmart, han reducido o descontinuado las ventas de DVD y Blu-ray. De manera que resulta inevitable considerar que pueda eliminarse por completo como producto físico en un futuro cercano.
Si bien el DVD ya no es un actor importante de la industria, nada descarta que renazca como pasó con los vinilos. Sobre todo, influenciado por elementos relacionados a su calidad, así como a la nostalgia de ver algo en el mismo formato que en el pasado.