Scrub Daddy surgió por el ingenio de un emprendedor con ansias de crear nuevas alternativas para la limpieza. Tras su paso por el programa televisivo Shark Tank, la marca ha vendido más de 25 millones de esponjas
Shark Tank, el programa televisivo que reúne los pesos pesados de diferentes industrias, a convertido ideas de negocios en ofertas con gran aceptación en el público. Su caso más exitoso en la edición de Estados Unidos es una esponja para limpiar. ¿Tan simple? No, el producto circular con modelo de cara sonriente tiene una importante historia detrás. Aaron Krause explica el trayecto de la marca y su importante propuesta de valor.
Aaron Krause, fundador y director ejecutivo de Scrub Daddy transformó un concepto simple en una idea multimillonaria gracias a Shark Tank. Pero su historia no empezó en el programa de televisión. El trayecto fue mucho más lento y complejo que eso. El empresario reconoce que desde siempre ha sido proclive a ver problemas con los productos. “Pero si me hubieras dicho hace 25 años que mi mayor invento sería una esponja de cocina, no te hubiera creído”, cuenta el creativo.
Tras su aparición en Shark Tank EE. UU., la marca ha vendido más de 25 millones de unidades de la fascinante esponja con cara sonriente. El valor de la empresa asciende los 170 millones de dólares. “A pesar de lo que pueda pensar, este producto no fue una historia de éxito de la noche a la mañana. De hecho, se remonta a hace 25 o 30 años, después de mi graduación universitaria. Mis padres, ambos médicos, me sentaron a hablar de mi futuro”, rememora.

Pero lejos de los estudios académicos, Krause tenía una mirada de empresario y decidió abrir su propio negocio de lavado de autos. “Para mí, no era simplemente un lavador de autos, era el presidente y director ejecutivo de una empresa”. Esa fue su primera relación con la espuma. Optó por la espuma de uretano para pulir autor. Insatisfecho con las almohadillas de pulido existentes en el mercado, decidió solicitar su primera patente.
“He estado inventando desde que era un niño, pero esta fue la primera vez que actué en consecuencia. Desde el momento en que probé mi nueva almohadilla para pulir, supe que era algo extraordinario”. Luego vendió el negocio y se concentró en la producción de esponjas para pulir. “También desarrollé la maquinaria necesaria para fabricar las almohadillas, por lo que mis manos siempre estaban cubiertas con una capa de aceite y grasa de la que no podía deshacerme, sin importar lo que usara”
Así decidió crear un producto que acabe con las grasas. Trabajó con varios proveedores hasta que una empresa alemana elaboró la espuma que buscaba. “Fue un milagro”, cuenta. “Para agarrarlo mejor, lo corté en un círculo estriado con dos agujeros en el medio para limpiarme los dedos. Antes de que te des cuenta, una esponja con una cara sonriente estaba mirándome. Ese fue el verdadero comienzo de Scrub Daddy”.

Scrub Daddy, el producto más exitoso de Shark Tank casi no ve la luz
Pero venderlas no fue fácil. Hizo un trato con la compañía 3M por sus esponjas de pulido, pero Scrub Daddy no les interesaba. Así que el lote que tenía lo dejó guardado en un rincón de casa. “No fue sino hasta 2011, cuando mi esposa me estaba regañando para que limpiara los muebles de jardín, que recordé la caja. Es asombroso cuántas veces Scrub Daddy casi no sucede”, se ríe Aaron.
Pero había una sorpresa más, la esponja de Aaron tenía doble textura. Sin saberlo, había desarrollado una esponja de doble textura que no rayaba y que se ablandaba en agua tibia y se endurecía en agua fría. “Funcionó tan bien en los muebles de jardín que decidí probarlo en los platos”, recuerda. «El resto es historia.»
Aaron obtuvo una patente e invirtió 75 000 dólares estadounidenses para producir un lote inicial con un empaque completamente nuevo. Para abril de 2012, se había asegurado un artículo de negocios de primera plana de fin de semana en el Philadelphia Inquirer y dos apariciones exitosas en el canal de compras de QVC, donde Scrub Daddy se agotó en ocho minutos.

“Una noche, mi esposa y yo estábamos viendo Shark Tank, cuando me di cuenta de que estaría loco por no ir al programa”, dice. “Completé un formulario de solicitud y después de dos meses de intensa preparación, estaba en el set de filmación de la cuarta temporada en Los Ángeles.
Aaron aceptó una oferta del magnate de los negocios de Shark Tank, Lori Greiner por las acciones de Scrub Daddy. La oferta era de 200 mil dólares por el 20% de las acciones. “Cuando se emitió el episodio en octubre de 2012, el negocio explotó y no se ha ralentizado desde entonces”.
La marca está disponible en más de 60 minoristas en línea y en tiendas de Estados Unidos. Ha ampliado la oferta para incluir estropajos y gomas de borrar, fregonas, varillas para platos, toallas de microfibra y dispensadores de jabón.
Su fundador tiene un consejo para los emprendedores e inventores en ciernes: «Si tienes una gran idea en la que realmente crees, sin importar cuán grande o pequeña sea, la única forma en que tendrá éxito es si te arriesgas y actúas en consecuencia».
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