Estas limitaciones afectan a todas las partículas de polímeros sintéticos con un tamaño inferior a 5 milímetros, que sean orgánicas, insolubles y resistentes a la degradación.
La Comisión Europea ha dado un paso significativo en la lucha contra la contaminación por microplásticos al adoptar medidas estrictas para restringir la venta de productos que contengan estos materiales de forma intencionada. Estas nuevas normas se enmarcan dentro de REACH, el reglamento europeo sobre producción y uso de sustancias químicas, y tienen como objetivo principal evitar la liberación al medio ambiente de alrededor de medio millón de toneladas de microplásticos.
La normativa impone una prohibición categórica tanto a la comercialización de microplásticos en su forma original, como a los productos que contengan estos elementos y que los liberen durante su uso. Esto incluye artículos cosméticos que incorporan fragmentos sintéticos con fines de exfoliación, conocidos como microperlas, así como aquellos que los utilizan para lograr texturas, fragancias o colores específicos.
Las primeras medidas, que abarcan la restricción de microperlas y purpurina, entrarán en vigor en tan sólo veinte días. No obstante, esta iniciativa va más allá, incluyendo otros productos de uso común como el material granular de relleno empleado en superficies deportivas artificiales, una de las principales fuentes de microplásticos de uso intencionado en el medio ambiente. Asimismo, se incluyen en esta lista detergentes, suavizantes y artículos sanitarios, entre otros.
Es importante destacar que la norma contempla excepciones y periodos de transición para aquellos casos en los que el uso de microplásticos esté debidamente justificado, permitiendo a los afectados adaptarse a esta nueva regulación.
Estas limitaciones afectan a todas las partículas de polímeros sintéticos con un tamaño inferior a 5 milímetros, que sean orgánicas, insolubles y resistentes a la degradación. Este paso adelante se alinea con los planes de la Comisión Europea para reducir la contaminación por microplásticos en un 30% para el año 2030, un objetivo plasmado tanto en el Pacto Verde Europeo como en el Plan de Acción para la Economía Circular.