Desde el pasado 2 de abril, ambas potencias han anunciado diversas medidas arancelarias que impactan a la oferta exportable global en una disputa de poder que no da tregua.
El pasado de 2 abril, Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos (EEUU), anunció nuevas medidas arancelarias a nivel global. El denominado “Día de Liberación” decretó que a partir del 5 de abril se aplicaría un arancel básico del 10% para todas las importaciones hechas por el país con una de las economías más poderosas del mundo.
Asimismo, EEUU impuso tarifas diferenciadas por país desde el 9 de abril. Por ejemplo, a Perú se le asignó un arancel específico del 10% para los productos que ingresen al mercado estadounidense. En otros casos, el aumento fue mayor como en China, donde llegó al 34%. Ante ello, como represalia, la nación asiática elevó los aranceles hasta 34% para las importaciones de productos estadounidenses.
Tira y afloja
Si bien esta guerra comercial afecta la oferta exportable global, ninguno de los países potencia involucrados parece dar su brazo a torcer. El último martes, la Casa Blanca confirmó que una partida de aranceles adicionales del 50% a China entraría en vigor desde el 9 de abril. De esa manera, la tasa de gravámenes sobre las importaciones del país asiático sería en total del 104%, luego de ser sumado a otros impuestos.
Como consecuencia, China reveló hoy que elevará del 34% al 84% los aranceles a los bienes procedentes de EEUU en respuesta a la movida hecha por dicho país ayer. Este nuevo arancel entrará en vigor el 10 de abril, de acuerdo al Ministerio de Finanzas de China.
Como vemos, la guerra comercial no da tregua y eleva las preocupaciones de muchos comerciantes alrededor del mundo. Por un lado, Trump ha asegurado que esperan la llamada del presidente chino, Xi Jinping; mientras que este, asevera que “luchará hasta el final” porque tiene “recursos abundantes”.
En tanto, luego de lo comunicado por China, Donald Trump declaró hoy que “ante la falta de respeto” del país asiático, ha decidido elevar a 125% los aranceles que le impone “con efecto inmediato”. Tras ello, un decreto publicado por la Casa Blanca el jueves 10 de abril comunicó un gravamen adicional de 20 % vigente desde principios de marzo en el marco de la lucha contra el tráfico de fentanilo, con lo que se incrementa a un 145%.
Como era de esperarse, la respuesta de China no tardó y al día siguiente aumentó los aranceles a productos estadounidenses a 125%. De esa manera, las tensiones entre ambas naciones continúan aumentando hasta llegar a cifras alarmantes para los mercados.
