En lugar de un regreso completo al trabajo presencial, las investigaciones sugieren que la solución óptima puede ser un enfoque híbrido, que combine los beneficios del trabajo remoto con las ventajas de la colaboración cara a cara.
Las generaciones más antiguas, principalmente los baby boomers y la generación X, quienes actualmente ocupan la mayoría de los puestos de mando, tienen una visión del trabajo muy distinta a la de la generación Z y los millennials. Tradicionalmente, las personas dedicaban su vida a una sola empresa o a una sola actividad profesional, pero esa tendencia está cambiando rápidamente.
En el artículo de Andrés Jerónimo Arenas Falótico¸ publicado en The Conversation, se asegura que los empleados más jóvenes están más dispuestos a la movilidad, ya sea de empresa u ocupación, según las circunstancias. No desean hacer más de lo que se les pide, valoran un enfoque laboral más colaborativo y se sienten motivados por proyectos ambiciosos. Prefieren trabajar para startups, que son más flexibles y prometedoras, en lugar de en grandes empresas. Su condición de nativos digitales les hace más afines a las herramientas de colaboración basadas en la nube y priorizan el uso de dispositivos móviles.
El trabajo remoto y presencial
La pandemia aceleró la adopción del home office, y aunque muchos esperaban un regreso completo al trabajo presencial, la realidad ha sido diferente. En otoño de 2023, poco más de una cuarta parte de las jornadas laborales completas en Estados Unidos se realizaban desde casa. Las oficinas tienen la mitad de empleados que antes de la pandemia, y ese 50% de ocupación se concentra básicamente en martes y miércoles, mientras que los viernes se convierten en oficinas fantasma.
En lugar de un regreso completo al trabajo presencial, las investigaciones sugieren que la solución óptima puede ser un enfoque híbrido, que combine los beneficios del trabajo remoto con las ventajas de la colaboración cara a cara. Según un estudio de LinkedIn, las ofertas de empleo a distancia resultan más atractivas para los candidatos, pero muchas empresas desean que todos vuelvan a la oficina, lo que podría tener importantes inconvenientes. En Estados Unidos, el 64% de los empleados busca un nuevo trabajo debido a la falta de opciones en remoto.
En Finlandia, el país más feliz del mundo, la flexibilidad laboral es clave. Los empleadores han adoptado un modelo de trabajo híbrido donde suelen asistir 2-3 días a la semana en la oficina y el resto de forma remota, combinando lo mejor de ambos mundos: la productividad y el enfoque del home office con la colaboración y la socialización de la oficina.
Resistencia al cambio
Pese a que la flexibilidad laboral ha demostrado ser beneficiosa tanto para empleados como para empleadores, existe una notable resistencia al cambio. Varios estudios han demostrado que la productividad no solo se mantiene, sino que aumenta con el trabajo remoto. Sin embargo, muchos directivos insisten en que su fuerza laboral regrese a las oficinas.
Existen varias teorías para explicar esta resistencia. Una sugiere que las empresas que quieren reducir su nómina podrían forzar el regreso presencial, empujando a muchos empleados a renunciar o a pedir una reducción de jornada, lo que les ahorraría los costes del despido. Otra estrategia sería mantener a los empleados en un modelo híbrido, previa renuncia a sus posibilidades de ascender.
La subjetividad o la toma de decisiones basadas en percepciones y no en datos financieros o científicos pueden ser otra explicación. Los líderes empresariales están acostumbrados a la antigua forma de trabajar y ver asientos vacíos puede ser sinónimo de crisis para muchos. Esta incapacidad para adaptarse puede ser perjudicial para la empresa, generando insatisfacción en los empleados, lo que afecta directamente a su productividad y, por consiguiente, a las ganancias del negocio.
Un regreso completo a la presencialidad no parece ser la solución ideal para todos. Una consultora norteamericana descubrió que el 6% de las compañías analizadas había implantado, desde 2020, al menos cinco programas de vuelta al trabajo presencial sin lograr su objetivo. Un enfoque híbrido y flexible parece ser la mejor opción, equilibrando los beneficios del home office con los de acudir a la oficina.
Cada trabajador tiene sus propias preferencias y necesidades. Algunos pueden ser más productivos en un entorno de oficina, mientras que otros pueden rendir mejor trabajando desde casa. Por ejemplo, un analista financiero, un asesor inmobiliario o un profesor universitario podrían desarrollar su labor de forma híbrida, excepto en el acto docente de impartir clases presenciales.
Aunque la gestión remota pueda ser un desafío, los beneficios a largo plazo del modelo híbrido son claros: un buen equilibrio entre el trabajo y la vida personal mejora la satisfacción laboral y la productividad de los empleados.