En una rivalidad de marcas, una tregua ocasional puede servir para fortalecer la conexión con tus consumidores.
En el mundo publicitario, las marcas muchas veces hacen hasta lo imposible para convertirse en los líderes de su categoría, por lo que existen grandes y reconocidas compañías que poco a poco se transformaron en fuertes competidores, gracias a sus continuos intentos de posicionarse como el favorito de los consumidores. McDonald’s y Burger King son un ejemplo esto, ambas empresas han realizado distintas acciones que han dado mucho de qué hablar.
Una de ellas fue el «Día sin Whopper» celebrado en Argentina, fecha en la que el Rey de las Hamburguesas se negó a vender su principal producto, enviando su clientela a los establecimientos de su principal competidor. McDonalds, por su parte, celebraba el «McHappy Day», iniciativa en la que la marca dona sus ingresos a los niños enfermos con cáncer, razón por la que a Burger King no le pesó volcar los ojos de sus consumidores a la noble acción de su competidor.
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Es así como ambas compañías se vieron beneficiadas, y es que no en algunas ocasiones los anunciantes deberían darse una tregua para llevar a cabo este tipo de acciones que, a su vez tienen un efecto positivo sobre para la marca, aquí te explicamos tres de ellos:
1.- Deja en evidencia el propósito de la marca
Actualmente, los consumidores exigen a las marcas una mayor participación en temas sociales que, apunten a una economía y a un estilo de vida sostenible, tomando en cuenta temas como el cambio climático, la inclusión social, la igualdad de género, entre otros. Tesla fue ejemplo de ello, al liberar sus patentes como parte de su lucha en contra del cambio climático. Lo que pudo terminar como un revés comercial, fue un gran gesto por parte de Elon Musk, su fundador.
2.- Humaniza la marca
La humanidad parte de las acciones y no de las palabras, por lo que es importante que las mismas estén enfocadas a iniciativas que aporten un beneficio a la sociedad, e incluso, a las mismas marcas con las que se compite.
3.- Construye una posible reciprocidad entre tu marca y la competencia
Es posible que estas colaboraciones entre competidores signifiquen de forma implícita un contrato social que, tal vez no involucre a las marcas directamente, pero si a sus consumidores. Así, un cliente que sea motivado por una marca a comprar en la competencia no hace sino reforzar su fidelidad a la primera.
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