Cada vez más alejado del público infantil. La empresa de entretenimiento hace una nueva apuesta para cautivar suscriptores con una producción basada en la historia real de los 90s que involucraba a Pamela Anderson y Tommy Lee.
Es probable que los más jóvenes no hayan escuchado hablar de esta historia real de los 90s, y que incluso haya quedado sumergida en el recuerdo de los adultos, pero es precisamente a estos últimos a los que intenta seducir Disney+ con su nueva producción basada en la historia detrás del vídeo erotico entre Pamela Anderson y Tommy Lee.
Una estrategia por dominar el mercado
La cinta trasciende del VHS -formato en el que se difundió hace 30 años- al streaming, como parte de la estrategia de la empresa de entretenimiento para grabar en el imaginario colectivo que su contenido no es exclusivamente para niños.
Así, la historia ha sido titulada “Pam & Tommy”, cuyo estreno ha sido anunciado a lo grande con en distintos países como España, donde su capital ha sido aparte de esta campaña de publicidad exterior.
La agencia creativa C L V ha ideado esta estrategia de OOH y, explica que, por su forma, simula ser una gigantesca cinta de VHS. “Ha sido una experiencia maravillosa poder colaborar con una marca que admiramos tanto como Disney+ y poder sorprender a la audiencia con proyectos que no te imaginas, como este”, afirman desde la agencia.
Uno de los primeros vídeos virales de la historia
La serie que llega a Disney+ aborda algo mucho más profundo que un escándalo. Pam & Tommy’, escrita por Robert D. Siegel, persigue el objetivo último de hurgar en el mito de aquellos días en los que reinaba la idea generalizada de «intocabilidad de las estrellas». Hasta que este concepto se desmoronó ante las nuevas tecnologías.
Así, la historia está ambientada en los salvajes inicios de internet, se basa en el escándalo real de la sex tape robada de la casa de la pareja por un contratista descontento (Seth Rogen, ‘Casi Imposible’), la cinta en VHS pasó rápidamente de ser difundida de forma clandestina a ser un fenómeno mundial cuando llegó a internet en 1997, posicionándose como el primer vídeo viral.