Las cámaras descartables pasaron por su mejor momento en los 90’s, y aunque Kodak fue la pionera en cámara digitales, no viró sus esfuerzos hacia la innovación, llevándola al fracaso
Cuando se habla se lecciones de Marketing a más de uno se le viene a la cabeza el caso de la transnacional dedicada al diseño y comercialización de productos fotográficos, Kodak. Es que la mayoría la recordamos con gran cariño por lo importante e imponente que fue durante décadas, dejando una huella en un sinfín de generaciones.
Con la llegada de la fotografía digital, la marca recibió un duro golpe, pues no supo adaptarse a las nuevas tendencias de la industria fotográfica, llevándola casi a su bancarrota. ¿Pero cuál fue la verdadera razón de su conocido fracaso?

En marketing hay una expresión que hace alusión a la funcionalidad de un artículo a través del tiempo. Nos referimos al “ciclo de la vida de un producto”, el cual se entiende como el conjunto de etapas por las que pasa un producto desde su introducción al mercado hasta su retirada.
Así, dicho ciclo se divide en cuatro etapas fundamentales: introducción, determinada por una primera etapa llena de incertidumbre; crecimiento, el cual se caracteriza por un posicionamiento y aceptación de un segmento definido de la población; madurez, que se produce cuando el producto ha alcanzado la cima en cuanto a cuota de mercado; y declive, cuando las ventas comienzan a disminuir gradualmente debido a que el producto ha sido sustituido por otras opciones.
Kodak fracaso de un producto anunciado
Justamente este ciclo fue el que casi llevó a la tumba a la reconocida marca estadounidense. Por un lado, estuvo esa tendencia de campana de un producto que vivió con sus cámaras descartables.
Y por el otro, estuvo la falta de innovación, a pesar de que fueron los primeros en crear una cámara digital en 1975, la cual almacenaba las imágenes en un cassette digital con una calidad de 0.01 megapíxeles.

Kodak introdujo a final de los 80’s un producto que la mayoría hemos usado al menos una vez es la vida, la cámara descartable Kodak FunSaver. Pese a que, la pionera fue su archirrival Fuji, el producto resultó siendo un exitazo de la época en especial de los años 90’s y pavimentó las bases para muchas cámaras similares que surgieron tiempo después.
Pero, las cámaras desechables empezaron a ver sus últimos días de vida con la llegada del milenio. Mientras que uno de sus competidores principales Fuji, lanzo su primera cámara digital en 1988, Kodak no lanzaría la suya hasta más de 10 años después, en 2001, 26 años después de su primera versión.
La falta de innovación y su apego por el revelado de fotografías la llevaron a declararse en bancarrota.
Por lo que las cámaras descartables de Kodak son el ejemplo perfecto del ciclo de vida de un producto, que no es lo mismo que el ciclo de vida de una marca.
A la fecha, Kodak anunció que incursionará en la industria farmacéutica, mientras que en el mercado que lideró por tantas décadas, aún tiene presencia con la fotografía digital y la impresión digital.