La tradicional técnica propone un manual de estilo que ayude a las empresas a definir su identidad corporativa frente al público y medios digitales
Cuando una empresa intenta pulir su imagen de marca y conseguir mayores resultados, no acude a las más actuales e innovadoras estrategias digitales, sino a esos clásicos y efectivos recursos que, paulatinamente, fueron apabullados por las promesas de éxito (rápida y fácil) de la era digital.
Entre esas herramientas está el manual de identidad corporativa, que define las normas básicas de una empresa en lo que a comunicación se refiere. La marketera, Laura Alonso, explica que el documento “recoge las líneas maestras de los elementos que definen una marca, y cómo deben usarse”.
Por ello, opina que es fundamental que todas las personas que trabajan “en torno a la marca (sea de forma interna o externa) cuenten con una guía de referencia y sepan utilizar correctamente los elementos gráficos corporativos”.
Pero, aunque cada manual se construye de acuerdo a sus propios apartados, hay una serie de elementos que debe coincidir en cada uno de ellos.
LEE TAMBIÉN Conoce las estrategias clave para desarrollar una marca exitosa
Qué incluir en un manual de identidad corporativa
- Definición de la marca y su filosofía
Refiere a una breve introducción teórica sobre la marca: de qué trata el negocio, cuáles son sus principios y valores, qué filosofía persigue.
- Logotipo
Se conoce como el corazón del manual de identidad corporativa. A partir de él, se definen todas las ejecuciones gráficas de la marca.
Esta integra a su vez distintos apartados como: construcción del logotipo, colores, tamaño mínimo de reproducción, versión blanco y negro, versiones cromáticas, usos no permitidos del logo.
- Tipografía
El apartado refiere a aquellas fuentes tipográficas utilizadas en el logo y sus variantes (papelería, etc). La misma debe respetarse en los espacios digitales e incluir los colores de fuente, así como el uso de negritas o cursivas.
- Papelería
Es vital que el manual de identidad corporativa refleje todo lo relacionado con la imagen para tarjetas corporativas, carpetillas, hojas en distintos tamaños, sobres, facturas, etc.
Sobre este punto, Alonso especifica que “toda la parte de papelería debe tener un estilo homogéneo, ir en la misma línea, aunque quizás lo más importante es la creatividad aplicada a partir del logo”.

- Usos audiovisuales y medios sociales
A pesar de ser un recurso tradicional, el manual de estilo no prescinde de las normas de uso del logo para distintas redes sociales (tamaños, por ejemplo), así como el comportamiento del logo ante fotografías o vídeos.
- Otras aplicaciones
Muchas marcas se involucran con el comercio de prendas, uniformes, incluso merchandising. Para ello, conviene definir previamente cómo será el tratamiento del logo en cada uno de los casos, y plasmar en el manual su diseño y correcto uso.
Si quieres conocer más acerca del curso especializado de Branding. Regístrate en el siguiente formulario: