El estudio realizado por Tecnología de Karlsruhe investiga las «excusas baratas» en las que caen algunos consumidores al momento de adquirir productos
Para nadie es un secreto que el término “nuevo consumidor” es mucho más exigente con las marcas que antes, las solicitudes han pasado de centrarse solo en los productos y servicios que ofrecen a expandir su territorio con la sostenibilidad y la salud.

La ética y su compromiso por mejorar el mundo se convirtió en un aspecto fundamental en los consumidores. Esto ya es sabido por los anunciantes, por lo que varias empresas optan por dirigir su estrategia de comunicación hacia los puntos importantes para los posibles consumidores.
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Una investigación publicada en la revista PLoS One con el revelador título»A little good is good enough: Ethical consumption, cheap excuses, and moral self-licensing«, reflexiona sobre las trampas en las que suelen caer algunos consumidores, creadas por las excusas baratas de algunas marcas que presentan una pequeña mejora en sus productos como un gran hilo, con las que creen cumplir con creces su deber con el consumo ético.
«Si los agentes sienten que cumplen un aspecto ético, pueden preocuparse menos por otras facetas éticas independientes de la elección del producto» afirman los investigadores.

El estudio coloca en manifiesto que las empresas que anuncian un comportamiento ético separado pueden llegar a manipular la compra, dado a que esos consumidores traducen esa comunicación concreta como «este producto es bueno para el mundo».
“Con una mejora mínima de los productos es suficiente para que un posible consumidor piense que actúa de manera ética”, explicó profesora de economía política en el instituto de tecnología de Karlsruhe, para de grupo de autores del estudio.