La biografía no autorizada de esta fragancia da detalles de su origen y comercialización desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
Se publicó recientemente la traducción al español de la investigación periodística de Marie-Dominique Lelièvre, «El Nro. 5 de Chanel. Biografía no autorizada», que hace un repaso a la historia de este icónico perfume, símbolo de glamour y icono del marketing de moda desde hace décadas.
De ese libro presentamos estas nueve anécdotas poco conocidas que hacen de Chanel Nro. 5 el mito más emblemático y enigmático de su industria.
Lecciones de marketing que obtenemos de Chanel Nro. 5

1.- Envase minimalista
«Tanto en el envase como en la caja se aprecia un punto improvisado, artesanal y casero». Afirma la autora que Coco Chanel se dejó inspirar por la corriente vanguardista del momento en el diseño del estuche y en el nombre. Quiso presentar la más cara de las fragancias en un frasco desnudo, dando una vuelta a lo presentado hasta ese momento por la industria del perfume, que se caracterizaba por el exceso decorativo con jugos cada vez menos costosos. Invirtió todo en el perfume y nada en la presentación. De hecho, la investigación indica que es muy probable que el primer frasco comercializado fuera un frasco de laboratorio.
2.- Inspiración rusa
«Concebido por un francés de Rusia, el Nº5 es un perfume impresionista. Un perfume que evoca los esplendores, el brillo y la elegancia de la vida de antaño, sugiere la fastuosidad de la corte rusa», comenta la autora. En 1913 el mismo perfumista que creó el Nº5, Ernest Beaux, creó Bouquet de Catherine (un perfume que se comercializó posteriormente en Francia como Rallet Nº1) y comparten notas de salida, corazón floral y notas de fondo.
3.- Fue uno de los primeros en utilizar aldehídos
Bouquet de Catherine y Nº5 utilizan unas moléculas llamadas aldehídos que tienen la propiedad de resaltar todos los aromas a su alrededor. Algo que, hasta ese momento, solo había usado en pequeñas dosis el perfume Quelques Fleurs de Robert Bienaimé, primer buqué floral de la perfumería moderna. Cuando apareció por primera vez Nº5, provocó un shock porque la potencia y suntuosidad del perfume conseguida gracias a las construcciones aldehídicas era desconocida. Pero a Coco le daba igual que su perfume gustara o no.

4.- Socia minoritaria
Coco se asoció con Pierre y Paul Wertheimer, dueños de los maquillajes y cosméticos Bourjois, para producir sus perfumes en su fábrica y distribuirlos. El acuerdo para la constitución de Les Parfums Chanel se cerró con una Coco con sólo el 10% del capital. No se sabe si por ego, porque creyó que se embolsaba el 10% de las ventas al confundir el volumen de negocio con el de beneficios o porque pensó que vendería la mayor parte de la producción en sus tiendas.
La diseñadora se percató de este gran error en abril de 1931, durante un viaje a Hollywood y empezó, desde entonces, una batalla por conseguir el control de la empresa. Así, y según muestra el libro, intentó hacerse con la sociedad durante la Segunda Guerra Mundial aprovechándose de que los Wertheimer eran judíos. Incluso, dado que su nombre no le pertenecía, lanzó una nueva marca, Mademoiselle Chanel, con nuevos perfumes y su propia fábrica.
Finamente, en 1947, la diseñadora ganó la batalla. Pierre Wertheimer tuvo que pagarle una indemnización de 350.000 dólares en concepto de daños e intereses y la modista empezó a cobrar el 2% sobre las ventas a nivel mundial de los perfumes Chanel, en torno a los diez millones de euros anuales. A partir de aquí, se desentendió de sus fragancias.
5.- En guerra
«Fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando su venta se impuso con una amplitud sin precedentes y tomó vuelo para convertirse en un perfume de masas». Fue el único perfume de lujo que mantuvo su excelencia gracias a que se trasladaron clandestinamente extractos florales al inicio del conflicto y se distribuyó por doquier.
6.- Regalo de navidad
A principios de la década de 1950 la media de edad de las consumidoras de Chanel se acercaba al ocaso y la firma no conectaba con las nuevas generaciones. Fue la publicista Kitty d’Alessio quien, bajo el claim «Todas las mujeres vivas quieren Chanel Nº5», hizo que volviera a arrasar coincidiendo con las fechas navideñas. Su campaña salió en toda la prensa (incluida la revista Playboy) y ese eslogan acompañó a la marca hasta la década de 1970. A día de hoy, la mayor parte de las ventas tiene lugar a final de año cuando alguien no sabe qué regalar.

7.- Rostro del perfume
En 1937, cuando Chanel tenía 54 años de edad, fue imagen de su propio perfume. Era la primera vez que una modista hacía esto y su retrato se utilizó para una campaña publicitaria en Estados Unidos. En 1972 Chanel contrata por primera vez a una estrella de cine para promocionar su perfume en Estados Unidos: Catherine Deneuve. La fotografió Richard Avedon y abrió el paso a una larga lista de actrices. La francesa encadenó anuncios publicitarios por valor de 40 millones de dólares.
8.- Marilyn Monroe
La actriz nunca fue rostro oficial, no fue elección de Les Parfums Chanel que se la relacionara con él. Ella se apoderó de la fragancia cuando no era más que una vedete del cine contestando en una entrevista que acordó con el periodista de Life Magazine la famosa frase: «Sólo me pongo Chanel Nº5 para dormir». La imagen de Marilyn perfumándose se realizó tres años más tarde, en 1955, para un reportaje para la revista Redbook, pero no se incluyó finalmente y se encontró por casualidad en un hangar de Brooklyn, en 1985. Más tarde, en los noventa, Chanel difundiría aquella imagen.
9.- Icono
Nº 5 consiguió el estatus de icono cuando en 1985, la galería Ronald Feldman Fine Arts encargó a Andy Warhol que serigrafiase su frasco. A partir de aquel momento pertenecía al sueño americano. «En la década de los noventa, se convirtió en un perfume mítico, un fetiche estadounidense, la cifra del glamour, el poder de la apariencia…», recalca Lelièvre en el libro.
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