Una nueva norma prohíbe banalizar los precios de los productos para usarlos como carnada, un golpe a las estrategias de marketing del sector
España. Las normativas del nuevo gobierno español están impactando las estrategias de marketing y publicidad que los supermercados emplean para aumentar sus ventas y conectar con los consumidores.
Tras aprobar el último Real Decreto – ley en el Consejo de Ministros, se activaron una serie de medidas en el terreno de la agricultura, la pesca y la alimentación que pretender apoyar al sector agrario.
Las normas impactan en los precios y en la regulación del sector, pero también tiene puntos fuertes en las estrategias de marketing que sigue la industria de la alimentación para vender.
Como explica la nota de presentación del decreto, la normativa “prohíbe la venta a pérdidas, regula las promociones comerciales para que no haya campañas engañosas”.
Límites en las estrategias de marketing en comercios
El decreto impide vender productos a precios muy bajos, que ahoguen a los productores. También, desactiva algunas de las herramientas de promoción que usan las cadenas de supermercados para impulsar el consumo.
“Para evitar la banalización de los productos, se exige que el lanzamiento y desarrollo de promociones que se realicen en el ámbito de aplicación de la ley de la cadena alimentaria, se basen en un marco de acuerdo y libertad de precios”, reza el decreto en su presentación.
Las promociones dejarán de impactar la manera en que los consumidores perciben el producto en cuanto a valor y calidad, y tampoco podrán crear una imagen distorsionada de su precio.
El Ministro de Agricultura, Luis Planas, ejemplifica la situación señalando que los supermercados ya no podrán regalar una botella de aceite de oliva a quienes compren dos cajas de detergente, porque esas promociones dan pie a que se devalúe la percepción de los precios y el valor del aceite.

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Usar precios bajos para impulsar el consumo
De igual forma, los precios de los productos más habituales de la canasta básica se usan como señuelo para captar la atención de los compradores.
Se venden a precios muy reducidos, pero con ellos se crea la idea de que el supermercado es económico y se beneficia el resto de la cesta de compra.
En este sentido, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, acusaba a varias cadenas de supermercados de llevar el precio de la leche al mínimo para captar consumo.
De hecho, se hablaba de una “banalización de un producto alimentario por su utilización como producto reclamo para atraer clientes en sus establecimientos en base a promociones con precios por debajo de costes”.
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