El ejemplo de cultura organizacional que instaló Google, logró que muchas empresas comenzaran a contar con plantas abiertas, mesas de ping pong en las oficinas y lujosos eventos fuera de ellas. Sin embargo, todo parece haber cambiado desde enero de este año, cuando 12 mil trabajadores fueron despedidos por correo electrónico.
Solo en enero de este año, cerca de seis grandes empresas del sector tecnológico han realizado recortes en su plantilla laboral. Según los directores ejecutivos de muchas de ellas, los despidos se realizan debido al difícil panorama económico que se avecina este año.
Google, por ejemplo, despidió a 12.000 trabajadores a finales de enero. Y de acuerdo con un artículo de Clare Duffy y Catherine Thorbecke, publicado en CNN, los cambios de esta empresa tecnológica son emblemáticos para analizar la evolución en el sector tecnológico.
En el 2004, los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, escribieron una carta a los accionistas en la que señalan que «Google no es una empresa convencional. No pretendemos convertirnos en una». En el mismo documento se indicaba que uno de los principios básicos era que «nuestros empleados, que se han autodenominado Googlers, lo son todo», y les decían a los accionistas que «esperaran de nosotros que añadiéramos beneficios [para los empleados] en lugar de reducirlos con el tiempo».
El ejemplo de cultura organizacional que instaló Google, logró que muchas empresas comenzaran a contar con plantas abiertas, mesas de ping pong en las oficinas y lujosos eventos fuera de ellas. Sin embargo, el artículo señala que muchos sostienen que el punto de inflexión se dio en el 2015.
En marzo de ese año, Ruth Porat, una de las mujeres más poderosas de Wall Street, se convirtió en directora financiera de Google. Luego, Page y Brin anunciaron que Sundar Pichai asumiría el cargo de consejero delegado de Google y que la empresa se reestructuraría para separar Google y el resto de ambiciosos proyectos de la compañía en filiales de Alphabet.
«Contratas a banqueros y directores financieros de Wall Street y entonces tienden a querer complacer a Wall Street, y te alejas un poco de lo que quizá pretendían los fundadores», comentó un antiguo empleado afectado por los despidos. Añadió que los fundadores siguieron invirtiendo mucho en la empresa «así que lo aprueban».
Los cuestionamientos de los empleados de Google ante las nuevas políticas
Cameron Rout, un gerente de producto que estuvo entre los despedidos en enero, dijo que esta nueva organización modificó lo que significaba trabajar para Google.
«El problema era que, de repente, no trabajabas para una empresa que enviaba cosas al espacio o construía coches autónomos», explica Rout. Aunque Google siempre fue un negocio de publicidad, según él, «había una identidad asociada a Google en la que la gente sabía que podías estar en el equipo que fabricaba coches autónomos».
La cultura y la reputación de Google sufrió más cuestionamientos en el 2017 y 2018, cuando los empleados organizaron huelgas masivas argumentando que no se actuaba adecuadamente ante el acoso sexual y la discriminación.
Luego de las manifestaciones, Google le puso fin al arbitraje forzoso para las denuncias de acoso y abuso sexual presentadas por los empleados. Sin embargo, reprimió aún más la transparencia y apertura internas que habían sido su sello distintivo, como los eventos de calendario público de otros trabajadores, según Claire Stapleton, una de las organizadoras del paro de Google de 2018.
«Es un gran ejemplo de la tensión en la cultura… todo el mundo tenía calendarios abiertos desde siempre», sostiene, «que se pudiera ver el calendario de cualquiera era casi una flexión de la cultura, como si fuéramos tan confiados y abiertos. Y luego, de repente, querían reducirlo drásticamente para proteger el poder».
A esto se suma que un antiguo empleado, que trabajaba para abogar en varios equipos el bienestar de los usuarios y el equilibrio en su relación con la tecnología, se sintió frustrado tras verse repetidamente excluido y «apartado de conversaciones» y proyectos mientras intentaba impulsar también las prácticas de bienestar de los empleados.
Tras los despidos masivos
Rout indica que, pese a la frustración que generó la manera en la que Google despidió a 12 mil empleados, la compañía no los abandonó por completo, pues a los estadounidenses se les entregó 16 semanas de salario en concepto de indemnización, además de otros beneficios. Sin embargo, la sensación de inseguridad es creciente.
«Hay una especie de mito en la tecnología que mucha gente cree, que con una buena ética de trabajo y tu propio rendimiento, podrás seguir siendo empleado», dijo Hayden Lawrence, actual ingeniero de Google y miembro de AWU, a CNN. «Pero creo que hemos visto que no puedes confiar sólo en dar lo mejor de ti individualmente, necesitamos trabajar juntos colectivamente y organizarnos».
Antiguos empleados señalaron que el concepto de «seguridad psicológica» —que el exjefe de RRHH de Google, Laszlo Block, dijo que era clave para la cultura de la— se ve comprometido cuando los empleados empiezan a preocuparse por si son los siguientes en ser despedidos.
«En cierto modo, Google está diciendo que ya no se preocupa por eso de la misma manera por la forma en que ha ejecutado los despidos y la forma en que está hablando de recortar las prestaciones y ese tipo de cosas», afirmó Stapleton.