Daniel Anzola y Lucas Jimenez, dos talentos colombianos de Publicis Global Delivery, colaboraron con las agencias Saatchi G Saatchi y Dentsu de Publicis Groupe en la campaña global de Toyota para París 2024.
“Start Your Impossible” fue la campaña global de Toyota para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos París 2024. Acción que se llevó a cabo en colaboración con Toyota Motor Company (TMC) y las agencias Saatchi C Saatchi Los Ángeles y Dallas C Dentsu (Tokio). En la realización para Toyota, intervinieron los creativos colombianos Daniel Anzola, director de Arte Senior, y Lucas Jiménez, Redactor Senior, de Publicis Global Delivery. Se trata de dos talentos de la unidad de negocio de Publicis Groupe. Anzola y Jiménez nos comparten su experiencia trabajando en esta icónica e inspiradora campaña. Esta es la historia de su aporte de experiencia, creatividad y pasión por el arte publicitario para construir una campaña que resonó a nivel global.
¿Cómo marca esta campaña la trayectoria de Toyota de una manera innovadora?
Daniel: “Como una empresa de movimiento humano, Toyota crea productos de movilidad y soluciones tecnológicas que mejoran la accesibilidad y la inclusión. Así empodera a las personas para vivir plenamente. Para esta campaña decidimos dejar atrás el enfoque tradicional de vender vehículos; aquí los protagonistas no eran los autos. Queríamos destacar a los atletas olímpicos y paralímpicos que Toyota patrocina junto a los héroes detrás de su éxito. Es decir, los entrenadores, compañeros de equipo, padres y fans; la comunidad que los impulsa. La nueva filosofía de movilidad de Toyota ha evolucionado, pasando de ser simplemente un excelente proveedor de vehículos a convertirse también en un facilitador de movilidad que pone a la comunidad en el centro de su estrategia. Esta transformación se basa en la convicción de que la verdadera movilidad no es solo transporte, sino también las conexiones que hacemos”.
¿Cuál fue la inspiración para el concepto general de esta campaña para los Juegos Olímpicos de París?
Lucas: “Detrás de cada atleta, deportista e incluso nosotros como publicistas, siempre hay alguien que nos ayudó a llegar a donde estamos. O sea, nuestros padres, hermanos y amigos. Nosotros como humanos somos el resultado de ese viaje que recorrimos junto a quienes creyeron en nosotros. Detrás de cada competidor está toda la comunidad que lo hizo ser quien es. Por eso, cuando un atleta llega al escenario mundial, no solo él celebra. Su comunidad e incluso su país sienten que de alguna manera fueron parte de esa victoria, creo que cada uno de estos comerciales muestra esto”.
¿Qué fue lo más valioso de trabajar en un proyecto con impacto global como este?
Lucas y Daniel: “Es difícil definir lo más valioso porque, de principio a fin, fue algo único. Es decir, poder viajar a otro continente para rodar los comerciales de televisión, conocer a los atletas y sus historias, y darnos cuenta de que son superhumanos. Los directores ejecutivos nos dieron la confianza para dirigir junto con los directores de cine. Algo por lo que estamos agradecidos con Jason Schragger, CCO de Saatchi C Saatchi, y con Marc D’Avignon, director Creativo Ejecutivo, quienes confiaron mucho en nosotros desde el principio, algo muy valioso.
Quizás lo más significativo fue darnos cuenta de que el trabajo iba a ser visto en todo el mundo. Lo que cambió nuestra mentalidad y la forma en que abordamos la campaña y los comerciales. Tuvimos que pensar en un mensaje que resonara en cualquier parte del mundo”.
¿Cuál fue el mayor aprendizaje que les dejó este proyecto?
Lucas: “Cuando comenzamos el proceso para ser parte del proyecto y aún éramos un equipo de 20 personas, vimos nombres muy reconocidos en la industria, creativos que tienen todos los premios del mundo. Eso nos abrumó desde el principio y nos hizo dudar de si estábamos a la altura de un escenario de este nivel.
“Pero el mayor aprendizaje es que, tengas mil leones de Cannes o no tengas ninguno, las ideas y el deseo hablan por sí solos. Si una idea es buena, hace tanto ruido que todo lo demás pasa a un segundo plano. La invitación es a creer en nosotros mismos. El deseo ruge más fuerte que cualquier león de Cannes”.