Es probable que sea el primer corredor no africano en cruzar la llegada de los 42K en los Juegos Olímpicos, no obstante ya no contará con la marca que lo apoyaba.
La marca de calzado deportivo Asics abandonó a dos semanas de las olimpiadas al fondista noruego Sondre Moen, quien en Tokio 2020 podría convertirse en el primer atleta blanco en cruzar la llegada de los 42K en una justa olímpica.
La razón fue un error de marketing imperdonable cometido por el deportista: a solo tres meses de haber firmado contrato de exclusividad con Asics se presentó a un torneo con zapatillas de otra marca.
Sucedió en la competencia por los 10 mil metros de los Bislett Games, una tradicional cita preolímpica en su país. Allí, Moen asistió a la pista con unas zapatillas con clavos Nike. Aunque pintó de negro el famoso logo de la marca para disimularlo, se notaba totalmente.

El atleta, como se esperaba, ganó la competencia pero perdió a su sponsor. Dos semanas después del episodio Asics anunció públicamente que cancelaba su acuerdo de patrocinio.
El equipo del deportista solo argumentó escuetamente que Moen había tomado la decisión de usar las zapatillas Nike por motivos de salud, debido a su largo historial de lesiones, no obstante, constituyó un craso error de negocios del cual seguramente se arrepiente.