¿Has notado que los uniformes de las selecciones que van a la justa olímpica nunca son iguales a los que usan en los campeonatos? ¿Sabes por qué es así? Te lo contamos en este post.
Si te gusta el fútbol y además sigues con atención el desarrollo de los Juegos Olímpicos, seguramente ya has reparado en que los uniformes de los jugadores son sustancialmente diferentes a los que portan las selecciones en campeonatos y otras competencias, ¿sabes por qué?
Según el reglamento olímpico, las selecciones que participan en este torneo deben ajustar sus uniformes, y no pueden portar logotipos de selecciones ni mucho menos de marcas de sus patrocinantes. Tampoco mensajes políticos o publicitarios.
Es lo mismo para las selecciones femeninas y masculinas, y es una regla de muy larga data. Está sustentada en que al formar parte de la delegación olímpica, el equipo ya no está bajo la égida de su sponsor como equipo, sino del sponsor del país, en el caso de tenerlo. Y pocas veces se da la casualidad de que la marca es la misma.
De hecho, hasta hace pocos años era obligatorio cambiar de patrocinante. Esa regla fue dejada atrás cuando la FIFA comenzó a tener más influencia dentro de las olimpiadas y de hecho se convirtió en órgano regulador de la competencia de fútbol dentro de la justa.
Aparte de eso, reza el reglamento olímpico que cada país debe tomar en cuenta estas reglas a la hora de asignar el uniforme:
-Se permite llevar la marca del fabricante, pero solo una con un tamaño aproximado de 30 cm2.
-No están permitidas las identificaciones de terceros, es decir, nada de federaciones, apodos o escudos de cualquier otra cosa que no sea referente a la delegación olímpica o al jugador.
-No se puede traer el escudo tradicional del equipo, solo se debe usar la bandera.
-No pueden haber mensajes políticos en los uniformes.