Samuel West, el fundador y curador de este museo, ha coleccionado algunos de los productos menos conocidos de las marcas en una iniciativa que busca demostrar que estas innovaciones fallidas se pueden convertir en valiosos aprendizajes.
Que las grandes marcas siempre estén pensando en innovar no significa que todas sus propuestas sean exitosas. De esta premisa nace el Museo Failure, un espacio que expone los errores de conocidas marcas como Apple, Nintendo o Coca-Cola. Desde su origen en 2017, el espacio reúne más de 150 grandes fracasos.
Juegos de mesa, computadores previos a internet y mascarillas rejuvenecedoras. Samuel West, el fundador y curador de este museo, ha coleccionado algunos de los productos menos conocidos de las marcas en una iniciativa que busca demostrar que estas innovaciones fallidas se pueden convertir en valiosos aprendizajes.
«El fracaso es algo que se internaliza desde muy temprano en la vida como algo negativo», señala West. «Lidiamos con el fracaso, de la misma forma que con otras emociones negativas, ignorándolas. Las empresas hacen lo mismo con sus productos fallidos, en vez de aprender de ellos se lanzan de lleno a la próxima tecnología».
Un de los casos que expone el museo es el de Coca-Cola, que ha intentado que los consumidores adopten una bebida de cola con sabor a café en dos ocasiones, primero en 2006 con la Coca-Cola Blak y luego en 2021 con Coca-Cola with Coffee, ninguna de las dos se mantuvo por más de dos años en el mercado en Estados Unidos.
La asociación del museo con las marcas
Desde AdWeek señalan que las marcas no se sumaron a la propuesta de Samuel West de forma inmediata.
Aunque el museo se creó con el fin de que las personas compartieran sus errores, «sus preguntas tontas y sus ideas poco refinadas» sin que estas fuesen juzgadas negativamente, West no consiguió que las marcas se animaran a exhibir sus productos en el museo ubicado en Helsingborg, Suecia.
West tuvo que construir una colección comprando productos a través de sites como Craigslist o eBay, a las puertas del museo se abrieron con aproximadamente 60 artículos en exposición. Luego de que Museo Failure se convirtió en un éxito, marcas como Microsoft se sumaron a la propuesta para ofrecer sus productos menos populares al curador.
En la actualidad, personas en ciudades como Shanghái, París o Los Ángeles han logrado ver los productos de marcas como Apple, Nintendo, Sony, LEGO o Ford que fallaron en el mercado de forma estrepitosa, aprendiendo sobre los errores del pasado para no repetirlos en el futuro.
El Museo Failure cuenta con una colección de más de 150 productos, entre los que destacan una mascarilla rejuvenecedora que lanza descargas eléctricas, un amplio catálogo de smartphones fallidos o DVDs de un solo uso.