El departamento de defensa anuló el acuerdo de más de 10 mil millones de dólares para modernizar su infraestructura tecnológica en la nube.
El Pentágono anunció este martes que canceló un contrato de computación en la nube con Microsoft que eventualmente podría haber valido 10 mil millones de dólares. En su lugar, buscará un acuerdo en el que participen de forma conjunta Microsoft, Amazon y posiblemente otros proveedores de servicios en la nube.
«Con el entorno tecnológico cambiante, ha quedado claro que el contrato de JEDI Cloud, que se ha retrasado durante mucho tiempo, ya no cumple con los requisitos para llenar las brechas de capacidad del DoD (Departamento de Defensa de Estados Unidos)», dijo el Pentágono en un comunicado, reseña la agencia AP.
La declaración no menciona expresamente que el Pentágono enfrentó desafíos legales extendidos por parte de Amazon al contrato original de 1 millón de dólares otorgado a Microsoft. Amazon argumentó que el haber seleccionado a la empresa fundada por Bill Gates se fundamentaba en la política, en particular el antagonismo del entonces presidente Donald Trump hacia el director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, quien además es dueño de The Washington Post, un medio que fue abiertamente anti Trump.
El director de información del Pentágono, John Sherman, dijo a los periodistas el martes que durante la prolongada lucha legal con Amazon, «el panorama ha evolucionado» con nuevas posibilidades para los servicios de computación en la nube a gran escala. Por eso se decidió, dijo, comenzar de nuevo y buscar múltiples proveedores.
Sherman dijo que JEDI será reemplazado por un nuevo programa llamado Joint Warfighter Cloud Capability, y que tanto Amazon como Microsoft «probablemente» recibirán partes del negocio, aunque ninguno está garantizado. Sherman dijo que los otros tres grandes proveedores de servicios en la nube: Google, IBM y Oracle, también podrían calificar.
Microsoft dijo en respuesta al anuncio del Pentágono: “Entendemos el fundamento del Departamento de Defensa y los apoyamos a ellos y a todos los miembros militares que necesitan la tecnología de misión crítica del siglo XXI que JEDI habría proporcionado. El Departamento de Defensa se enfrentó a una decisión difícil: continuar con lo que podría ser una batalla de litigios de años o encontrar otro camino a seguir».
El proyecto estaba destinado a almacenar y procesar grandes cantidades de datos clasificados, lo que permitiría al ejército estadounidense mejorar las comunicaciones con los soldados en el campo de batalla y utilizar inteligencia artificial para acelerar su planificación de la guerra y sus capacidades de combate. El contrato JEDI se vio envuelto en impugnaciones legales casi tan pronto como se adjudicó a Microsoft en octubre de 2019, indicó AP.