El título más icónico de Nintendo está acabando con 30 años de una antigua superstición: las adaptaciones de videojuegos son un fracaso. Detrás de esto parece haber un equilibrio entre el progreso tecnológico y una estrategia de marketing masiva.
El Príncipe de Persia, Max Payne, Doom y Super Mario Bros del 1993 junto a muchas otras películas han cargado con una antigua “maldición” en la historia del cine: los videojuegos son un fracaso en la gran pantalla. No obstante, este 2023, luego de tres largas décadas parece que el título icónico de Nintendo está reivindicándose y rompiendo aquel paradigma con una facturación superior a los US$377 millones, siendo un récord en taquilla y arrebatando el podio del “mejor estreno” de una cinta animada a Frozen.
La película del fontanero italiano no es la única producción basada en un videojuego que recientemente ha tenido buenos resultados, a su lado están otras como Sonic, Uncharted o la más reciente The Last Of US. Un escenario que invita a pensar por qué ha sido tan difícil en el pasado llevar este tipo de películas al cine.
Super Mario Bros de 1993: ¿el primer videojuego que fracasa en el cine?
Si había un videojuego que los niños de los 90s podían pedir al unísono, ese probablemente era Super Mario Bros. La ópera prima de la empresa japonesa Nintendo, diseñada por Shigeru Miyamoto y Takashi Tezuka, lanzada por primera vez en 1985, contaba en el 93 con un mercado primario de 56 millones de niños, según una correspondencia enviada por un exhibidor llamado Rick Roman en aquel entonces al presidente de Disney Studios, Jeffrey Katzenberg.
Con una audiencia de tal magnitud no era de extrañar que la empresa japonesa creyera en un éxito cinematográfico a través de Super Mario Bros. Un live-action protagonizado por Bob Hoskins como Mario y John Leguizamo como Luigi, dos hermanos plomeros sin suerte que consiguen trabajos ocasionales en Brooklyn.
Fue rodada en gran parte en una fábrica de cemento abandonada en Carolina del Norte, la película no se desarrolla principalmente en el Reino Champiñón hipercoloreado, sino en una versión alternativa distópica y grotesca de Nueva York llamada Dinohattan, gobernada por el dictador maníaco King Koopa (Dennis Hopper). Los hongos pegajosos y elásticos juegan un papel clave en la trama, aunque nada en la película se parecía a los videojuegos.
En la cinta se invirtió un aproximado de US$50 millones, pero sólo recaudó unos desmotivadores casi US$40 millones en todo el mundo. Siendo esto el primer debut de un videojuego en el cine y al mismo tiempo el inicio de la maldición que hasta ahora perseguía a estas adaptaciones.
Aunque el final de la película en las taquillas fue una historia de terror, lo cierto es que para sus directores, Rocky Morton y Annabel Jankel, fue aún peor. Los creativos aseguraron recientemente para la revista Variety que el film despertó tal horror en la mirada de los críticos que terminó por convertirse en una “mancha negra” para sus carreras, al punto de que Hollywood les dió la espalda. ¿Por qué el fracaso de Super Mario Bros de 1993?
El fracaso de Super Mario Bros: ¿una lección aprendida?
La razón detrás del resultado de la primera adaptación de un videojuego a la gran pantalla parecía estar claro para Rick Roman, en su carta aseguraba que “la respuesta está en el eslogan publicitario elegido para vender la película, ‘Esto no es un juego’. La película Super Mario Brothers decía precisamente que ‘No era el juego’”
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Tal diferencia entre la historia que esperaba la audiencia y la que finalmente obtuvieron en las salas de cine sacó factura. Pero, no fue el único problema. También se le atribuye a este fracaso varios problemas de producción, según relatan en Variety, pretendía ser una precuela e inventó una historia no relacionada con el videojuego. Un problema que ha perseguido a muchas otras adaptaciones a lo largo del tiempo, y al parecer es el principal motivo por el los fanáticos no perdonan a estas películas: por la lejanía entre el juego y la cinta en la gran pantalla.

En el caso de Super Mario Bros la falta de participación de Miyamoto exacerbó aún más el fracaso de la historia. En aquel momento, la película era un experimento de licencia para Nintendo, y la empresa de videojuegos le cedió el control creativo a los cineastas. Una estrategia que terminó siendo un mal movimiento que impidió que Nintendo hiciera otra película de Super Mario Bros.
Desde entonces, la compañía ha sido muy cuidadosa con las licencias que otorga sobre sus videojuegos, a tal punto que muy pocas han llegado a la gran pantalla como es el caso de Sonic o Pokemón. Ahora, la superstición alrededor de los fontaneros de Nintendo se rompe luego de tres décadas.
¿Es la época dorada para las adaptaciones de los videojuegos?
No es casual que la industria cinematográfica quiera estar tan cerca del público gamer. Los videojuegos son un negocio que en el 2020 representó US$180 mil millones, casi el doble de los US$100 mil millones que facturó el séptimo arte en el 2019 según IDC Data.
Más allá de los números, cabe precisar que entre ambos modelos de negocios se creó una simbiosis que tiene como punto de partida la tecnología. Porque la industria de los juegos puede gastar mucho más que la industria del cine cuando se trata de desarrollar nuevas herramientas para contar historias. Un hecho que abre una gran oportunidad para que crezcan y se adapten.
Estas nuevas tecnologías se han vuelto fundamentales para muchas industrias, pero especialmente para el cine. Y por supuesto, no ha sido diferente para la nueva cinta de Super Mario Bros. De la cual, Aaron Horvath y Michael Jelenic, directores de la película, han señalado lo retador que ha sido recrear el film sobre todo en escenarios tan icónicos como la senda arcoiris.

«Quisimos recrear el peligro y la sensación de escala épica en la gran pantalla asociada a la senda arcoiris», añadió Horvath. «También tuvimos colaboradores creativos especializados en diseño de autos. A su vez tuvimos una estrecha relación con el equipo de Nintendo para desarrollar unos Karts innovadores que no desentonaran con la película”, dijo Jelenic.
Jelenic añadió que en Illumination, el estudio junto al que desarrollaron la película, habían «mejorado la tecnología de iluminación y renderizado» para potenciar la esperadísima película en su conjunto.
Una campaña de marketing masiva
La producción detrás de la película desplegó una estrategia masiva para asegurar que todos supieran sobre su próximo estreno. Universal lanzó el avance de la película Super Mario Bros. en un panel Comic-Con de Nueva York en el otoño con una integración sincrónica en Nintendo Direct (una conferencia de prensa digital de YouTube para la marca), junto con un lanzamiento digital global. El segundo tráiler se lanzó en noviembre y también se adjuntó a la película imperdible de las vacaciones, Avatar: The Way Of Water.
El segundo tráiler también se impulsó con una integración en The Game Awards, un anuncio de 60 segundos en Sunday Night Football y un anuncio de 30 segundos en el juego de campeonato de la Copa Mundial. Hasta la fecha, los tres avances de The Super Mario Bros. Movie han acumulado más de 750 millones de visitas globales.
En diciembre de 2022 también lanzaron una campaña global de Happy Meal de McDonald’s que contó con una adquisición de Happy Meal Box, puntos de venta temáticos, activaciones digitales y sociales, y un anuncio de televisión híbrido animado/de acción en vivo personalizado. La campaña recorrió 118 mercados y más de 35.000 ubicaciones. A finales de enero y febrero, la campaña de la película Super Mario Bros. se extendió a varios lugares en los juegos de campeonato de la NFL y el Juego de Estrellas de la NBA, lo que condujo al lanzamiento del sitio SMBPlumbing de la película, que impulsó el ruido con su lanzamiento en el Super Bowl.
El tráfico del sitio web ha alcanzado más de 35 millones de interacciones y más de 1,6 millones de usuarios en todo el mundo. Según los informes, la función de chatbot en el sitio alcanzó su capacidad una hora después del lanzamiento y tuvo que reconstruirse para satisfacer toda la demanda.
A fines de febrero, un mes antes del lanzamiento, Universal decidió mover la fecha de lanzamiento nacional para sincronizar un estreno global completo de día y fecha. Lo que permitió que, con una inversión total de producción de US$100 millones, se convirtió en un estreno récord para una película animada en todo el mundo, superando los US$358,2 millones de Frozen 2.