Después de más de 60 años en el mercado, Coca-Cola decidió cambiar los emblemáticos envases verdes de Sprite por unos transparentes.
Desde el 1 de agosto, como parte de los esfuerzos por ser más responsable con el medio ambiente, Coca-Cola comenzó a cambiar los icónicos envases verdes de Sprite. El problema de la botella de la conocida bebida es que contiene tereftalato de polietileno verde, un aditivo que no puede reciclarse en nuevas botellas.
«Eliminar los colores de las botellas mejora la calidad del material reciclado», dijo en un comunicado Julián Ochoa, CEO de R3CYCLE, un grupo dedicado al plástico que ayuda a Coca-Cola a mejorar sus procesos de reciclaje. «Cuando se reciclan, las botellas transparentes de PET de Sprite pueden convertirse de nuevo en botellas, ayudando a impulsar una economía circular para el plástico», agregó.
La empresa aseguró que los clientes también verán un logotipo y diseño de envase distintos en las botellas de Sprite, este pretende ofrecer un aspecto más coherente con el mundo. A pesar de que el color de la botella cambiará, las etiquetas que seguirán utilizándose serán en tono verde.
Fresca, Seagram’s y Mello Yello, botellas verdes de otras bebidas en la cartera de la compañía, también serán sustituidas por envases transparentes en el transcurso de los próximos meses.

Coca-Cola, Sprite y los residuos de plástico
En 2020, la empresa medioambiental Break Free From Plastic nombró a Coca-Cola como el contaminador de plástico número 1 en el mundo. En sus logotipos y marcas se encontraron poco más de 13 mil 800 piezas de plástico desechadas en 51 países, sobre todo en espacios públicos.
Con la finalidad de recoger y reciclar una botella o lata por cada una que venda para 2030, en 2018 Coca-Cola anunció su iniciativa “Mundo sin residuos”. Parte de esa iniciativa incluyó el lanzamiento de una nueva botella de 13,2 onzas (390 ml) el año pasado que está hecha de plástico 100% reciclado.