Los marketeros deben ir uno o dos pasos por delante del consumidor, en materia de publicidad, pues la competencia es más grande.
Una de las principales metas del marketing y de los anunciantes es tratar de adivinar o predecir las necesidades de los consumidores, en otras palabras, estar unos pasos por delante de los clientes en materia de publicidad.
La competencia se torna cada vez más ruda y hoy día hay más ruido de marca, generando como consecuencia que sea más difícil llamar la atención de los consumidores, razón por la cual los marketeros tienen que perfeccionar sus estrategias para conectar más con el público meta.
Aquí es cuando entra en el terrero la publicidad y el marketing predictivo, que analiza los datos disponibles no solo para alcanzar un número mayor de consumidores, sino también para estar un paso delante de ellos, así lo afirman los expertos en la materia, ayudando a responder a las expectativas y necesidades de los compradores, que hoy día se puede hacer de una manera más eficaz, implementado las herramientas apropiadas, como por ejemplo, la tecnología artificial.

¿Y cómo funciona el marketing predictivo?
Básicamente, la publicidad predictiva emplea una serie de herramientas tecnológicas y datos para determinar bien el comportamiento de las personas y establecer a quién y cómo se llevan los mensajes publicitarios. Va formando patrones de audiencias tomando en cuenta los históricos de datos y así ajusta los mensajes y sus efectos.
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La publicidad predictiva y sus patrones de trabajo están además afianzando el poder de los llamados micro-momentos, los cuales no son más que momentos muy pequeños que son oportunidades de ventajas muy concretas y que, si se logra aprovechar, pueden ser muy beneficiosos para la publicidad.