Hoy parece que la www nos ha acompañado toda la vida pero no, apenas tiene tres décadas y comenzó con este site que todavía puede visitarse como si fuera una pieza arqueológica. Te contamos su historia aquí.
Se cumplen 30 años del primer sitio publicado en la World Wide Web. Su autor es el físico británico Tim Berners-Lee, quien logró la proeza desde su computadora NeXT el 6 de agosto de 1991 en la Organización Europea para la Investigación Nuclear, más conocida como CERN.
El sitio web todavía es accesible y es increíblemente simple. Si quieres visitarlo, solo pincha aquí. Ver la página es casi como disfrutar de una escultura antigua en un museo. El sitio funciona como una especie de guía sobre cómo crear sitios web, las herramientas que se pueden usar y otra información útil.
Dice Wikipedia sobre la historia de esta primera página web: «Utilizando los conceptos de sus anteriores sistemas de hipertexto como ENQUIRE, el físico británico Tim Berners-Lee, un científico de la computación y en ese tiempo de los empleados del CERN, ahora director del World Wide Web Consortium (W3C), escribió una propuesta en marzo de 1989 con lo que se convertiría en la World Wide Web. La propuesta fue destinada a un sistema de comunicación para el CERN pero Berners-Lee finalmente se dio cuenta de que el concepto podría aplicarse en todo el mundo. Junto al científico de la computación belga Robert Cailliau, Berners-Lee propuso en 1990 utilizar el hipertexto ‘para vincular y acceder a información de diversos tipos como una red de nodos en los que el usuario puede navegar a voluntad».
Pasaron algunos años más antes de que la WWW penetrara realmente entre los consumidores y dejara de ser el dominio de los científicos y entusiastas de la informática. Actualmente, la WWW tiene más de 1.800 millones de páginas.
Berners-Lee continúa trabajando en el futuro de la web y lo expresa con regularidad. El científico de 65 años está trabajando actualmente en el proyecto Solid, donde los datos se almacenan de forma descentralizada en lugar de en plataformas centralizadas.
El código fuente original de la WWW fue subastado recientemente vendiendo 4,6 millones de euros como token no fungible (NFT).