Un estudio de la UOC analiza cómo la realidad virtual y las tecnologías inmersivas están sirviendo a los museos como arma para atraer nuevas visitas.
El mundo del arte está poniendo en marcha iniciativas que siguen la tendencia de la tecnología y experiencias inmersivas, principalmente promovida por la idea del metaverso. En tal sentido, ahora, sumergirse digitalmente en un cuadro o explorar más allá de los objetos y espacios físicos de los museos es una realidad.
Un contexto que se ha fortalecido durante los últimos años, la realidad aumentada se ha convertido en un reclamo aplicado a distintos museos que buscaban añadir contenidos virtuales a piezas del mundo físico. Así, los visitantes tienen más información cuando asisten a diversas exposiciones.
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En ciudades como Barcelona ya existen exposiciones inmersivas que ponen en práctica este tipo de técnicas para sorprender al espectador. Un ejemplo de esto es el Museo CaixaForum ofrece a los visitantes la exposición Symphony, un viaje virtual al corazón de la música, y el Centre d’Arts Digitals (IDEAL) el cual propone varias muestras que combinan arte e innovación, como Frida Khalo y Homo ludens.
Es por ello que un grupo de investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha estudiado los diversos modelos de relación entre espacios reales y objetos virtuales, así como su impacto en los procesos cognitivos de los visitantes de los museos.
Pierre Bourdin, responsable de este proyecto y profesor e investigador de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, explica: “Este trabajo pretende realizar una comparación entre una visita real y una visita virtual en las que se utilizan tanto la realidad aumentada con agentes virtuales en diferentes localizaciones como la realidad virtual y el vídeo 360º”.
“La UOC tiene líneas de investigación desde hace tiempo en esta materia, pero, debido al crecimiento del metaverso, el interés por estas áreas se ha reforzado en proyectos relacionados con la realidad virtual y aumentada, así como su aplicación en ámbitos como el sociosanitario, la cultura, la e-health o la educación”, señala Bourdin.