Los investigadores han variado las distintas partes que intervienen en la combustión, entre ellas la corona del quemador. Cabe indicar que incorporar estos elementos no requiere mayor inversión de los fabricantes.
Desde hace 8 años, los ingenieros mecánicos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Fernando Jiménez y Freddy Rojas iniciaron investigaciones para encontrar la forma de hacer cocinas de alta eficiencia y bajo consumo de combustible, que permitiría ahorrar hasta el 50% de un balón de gas.
Así, los ingenieros crearon una cocina que alcanza una eficiencia del 60% (superando el promedio del 40% del mercado peruano). Esta diferencia se torna muy relevante en el contexto actual, donde el balón de gas tiene un costo muy alto.
“Nuestro objetivo es difundir esta tecnología, que en el país se consuma menor cantidad de gas y que los hogares peruanos gasten menos”, añade el docente de la PUCP, Fernando Jiménez.
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Proceso
Los investigadores han variado las distintas partes que intervienen en la combustión, entre ellas la corona del quemador -poniéndole más o menos agujeros y variando su distribución-, el mezclador y el inyector.
“Hay una serie de detalles que hemos probado. A partir de ello determinamos el arreglo óptimo que podemos transferir a las empresas que fabrican cocinas”, asegura Jiménez, quien también es director de la Maestría en Energía.
Cabe indicar que incorporar estos elementos no requiere mayor inversión de los fabricantes y tampoco es complicado. “Descubrimos que con el mismo costo de fabricación actual se puede hacer cocinas más eficientes y rápidas. No se encarece, solo implica fabricarlas de manera diferente”, enfatiza.
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El fin social
El primero de esta serie de estudios fue un proyecto de cocinas a gas residenciales y comerciales que funcionan a grandes alturas: entre 2,000 y 4,500 m.s.n.m. Este trabajo ganó el concurso del Fondo para la Innovación, la Ciencia y la Tecnología 2013 (FINCyT).
En el 2016, optimizaron cocinas para que rindan al nivel del mar y en el 2017 se trabajó con el gas natural de Camisea. “En nuestra complicada geografía, uno debe identificar qué tipo de tecnología es la ideal”, destaca Jiménez.
Después, los investigadores trabajaron cocinas semiindustriales e industriales para restaurantes. En la actualidad, también miden la calidad del aire dentro del espacio donde se encuentra la cocina a fin de reducir riesgos a la salud del usuario.
La producción académica asociada a este proyecto ha sido cuantiosa, señala Jiménez. Además, se han producido tesis sobre el tema, incluida una que diseñó una cocina completa. También se hizo una propuesta de norma técnica sobre cómo se debe construir y los estándares que tiene que cumplir este electrodoméstico.
En el 2020, el proyecto hizo una pausa debido a la pandemia. Durante este tiempo, en plena pandemia, junto a un equipo de ingenieros, en alianza con la empresa privada, desarrollaron Centros de Atención Temporal de Oxigenoterapia – CAT-O2: un sistema de oxigenoterapia de bajo flujo para atender las necesidades de pacientes con insuficiencia respiratoria leve a moderada.