Las medidas regulatorias del Ministerio de Transporte de España motivaron la queja de la empresa. “La nueva operativa impide seguir operando a las VTC y deja al taxi tradicional como la única opción en Barcelona”, denuncia Cabify en su campaña dirigida a políticos
Cabify, la compañía de transporte española, ha desencadenado una ola de críticas por una campaña titulada “Contradicciones”. La iniciativa dirige un contundente mensaje al Ministerio de Trasporte de España. El motivo es que la entidad pondrá en vigencia una norma que coloca restricciones a los proveedores de servicios Vehículos de Transporte Concertado (VTC). A través de afiches colocados en Madrid y Barcelona, la empresa ha alzado su voz.
«Los mismos políticos que no quieren que uses VTC han hecho 5.437 viajes en Cabify», se lee en una gigantesca lona colocada en Madrid. La información se obtuvo por el registro de «viajes realizados desde y hasta el Ministerio de Transportes en 2022″.
En una nota dirigida a los medios, Cabify explica los motivos que la campaña quiere denuncias “aquellas incoherencias que comenten los responsables políticos y que afectan a los ciudadanos». En referencia a las restricciones que la nueva normativa traería para la ejecución de sus servicios. «Por ejemplo, mientras el Ministerio de Transportes rechaza solucionar un problema que crearon ellos mismos en el sector VTC, la plataforma registra miles de viajes al Ministerio», añade.

¿Qué denuncia la campaña de Cabify dirigida a los políticos en España?
En julio de este año, la empresa también se quejó con una campaña en Barcelona. La denuncia visibilizaba las consecuencias que traería el Decreto Ley sobre las VTC. Según la empresa, la ley «impone una serie de requisitos y exigencias que suponen en la práctica la eliminación de un sector que aporta soluciones de movilidad a más de un millón de usuarios». «Actualmente, evita la circulación de más de 350.000 coches al mes de las calles de Barcelona y su área metropolitana», explican.
A modo de explicación para los ciudadanos Cabify ubicó textos en todo Barcelona. “Que levante la mano el que quiera volver a viajar sin saber cuánto va a pagar”, “que levante la mano el que quiera volver a hacer cola para moverse por la ciudad”, “que levante la mano el que quiera buscar un taxi de madrugada” y “que levante la mano el que quiera volver a hacer cola para volver a su casa”, se leía.

“La nueva operativa impide seguir operando a las VTC y deja al taxi tradicional como la única opción en Barcelona”, señalaban los afiches. Dentro de la polémica, existen opiniones que consideran el mensaje una infracción por parte de Cabify en la protección de datos.
«Si Cabify se ha dedicado a mirar quiénes son sus clientes para después chantajearlos sería un error tan grande que me resulta imposible creerlo», escribía en Twitter Lucía Velasco, investigadora ligada a la Escuela de Gobernanza Transnacional del Instituto Universitario Europeo (EUI).
Sin embargo, expertos en la interpretación del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) refieren que el mensaje no implicaría una infracción a la norma. Esto se debería a que la estadística no consigna datos personales de los pasajeros que usaron el servicio de Cabify para trasladarse al Ministerio.