Ni rojo, ni gordo. El que hoy conocemos como Santa Claus alguna vez vistió cruces y estrellas, hasta que Coca-Cola lo robó para hacerlo más comercial
¿Si te pido que recuerdes a un santa con traje verde lo harías? Probablemente no, pues las marcas lo retrataron tantas veces con el vestuario blanco y rojo que se convirtió en una tradición …o más bien una imagen calqueada que todos replican hasta ahora. Pero lo cierto es que el legendario Papa Noel, lejos de ser la representación más fiel de la navidad, es un personaje comercial fabricado por Coca-Cola en 1931 y tal fue su impacto que ahora pertenece al imaginario colectivo como si siempre lució así.
La historia de cómo Coca-Cola secuestró al santo Nicolás
Estamos en la navidad de 1930, un año antes de que Coca – Cola lanzara su épico anuncio navideño, y la imagen de Santa Claus en estas fechas se inspira en el obispo cristiano Nicolás, quien es delgado y por siglos ha llevado una vestimenta verde. Además, no porta un trineo ni un saco de regalos, pero sí estrellas y cruces en su vestimenta.

Esa era la imagen que hasta ese año representaba a San Nicolás, pero todo cambió 12 meses después, cuando The Coca-Cola Company lanzó una campaña publicitaria navideña centrada en un Santa Claus robusto, nordico y, lo más icónico de todo, con traje blanco y rojo, los colores corporativos de la marca.
A pesar que tuvo un impacto trascendental en la percepción de Papa Noel, no fue la responsable de idear su imagen desde cero, pues la compañía se inspiró de una vieja ilustración publicada por el caricaturista estadounidense Thomas Nast durante la Guerra Civil, en la que se veía un pequeño duende apoyando a los soldados de la Unión en navidad.
Para 1920 la marca ya había tomado como propia la caricatura de Nast y la empezaba a utilizar en publicidades de revista como National Geographic y The New Yorker bajo el slogan «La sed no conoce temporada», pues, su principal intención era eliminar la idea de que Coca- Cola era solo una bebida para clima cálido.

Pese a ello, no fue hasta 1930 que la gaseosa logra dar con su Santa Claus ideal, para entonces el artista Fred Mizen pintó a un Papa Noel bebiendo una botella de Coca – Cola en una tienda departamental, y pronto la compañía comenzó a reproducirlo en los anuncios impresos de esa época navideña, la de 1931 y los años sucesivos.
El poder comercial detrás del nuevo santa
Para darle una imagen más comercial al San Nicolás del folklore cistiano, The Coca-Cola Company le encargó su transformación al artista sueco Haddon Sunblom, quien tomó como modelo a un vendedor jubilado amigo suyo y así le dio un rostro grueso, sonrojado, bondadoso y alegre, nada parecido a los rasgos turcos del San Nicolás original.

Con los años el artista fue confeccionando, aún más, el rostro de Santa e incluso usó su propia imagen cuando la vejez se lo permitió. El pintor murió en 1976, pero para entonces el trabajo ya estaba hecho, Coca-Cola había sacado un poderoso merchandising que terminó por desdibujar la imagen del ya no recordado santo.
A fecha de hoy, estos objetos son artículos de colección y forman parte del stock del Museo de la Ciencia e Industria de Chicago, del Louvre de París, del Royal Ontario, de los almacenes de Isetan en Tokio y, por supuesto, de los archivos de Coca-Cola. Décadas después la imagen del nuevo santa sigue imborrable y se imprime fielmente en la cultura pop, como ya saben ahora, del santo real solo queda el nombre.
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