En un momento en que los desplazamientos forzosos alcanzan niveles históricos, llegando a una cifra alarmante de 110 millones de personas, el acceso al asilo se ve amenazado por políticas cada vez más restrictivas y una disminución de las opciones de soluciones a largo plazo y de reasentamiento.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha lanzado una campaña global de concienciación bajo el título “Hope way from home” («Esperanza lejos de casa»), con la que busca hacer un llamado a la solidaridad y al compromiso de los líderes mundiales para proteger los derechos de las personas que buscan seguridad en medio de la guerra, la violencia y la persecución.
En un momento en que los desplazamientos forzosos alcanzan niveles históricos, llegando a una cifra alarmante de 110 millones de personas, el acceso al asilo se ve amenazado por políticas cada vez más restrictivas y una disminución de las opciones de soluciones a largo plazo y de reasentamiento.
Aunque muchos países y comunidades brindan refugio y protección a los refugiados, permitiéndoles rehacer sus vidas y contribuir significativamente a sus nuevas sociedades, ACNUR asegura que es imperativo que más naciones sigan este ejemplo y muestren solidaridad con aquellas de ingresos bajos y medios que acogen a la mayoría de los refugiados a nivel mundial.
Esta película, creada por la agencia creativa con sede en Copenhague &Co. y la Alianza del Norte (NoA), reconoce la lucha de las personas refugiadas a través del simbolismo de los mundos de los sujetos puestos patas arriba y la violencia de ser desplazados físicamente. Sigue a tres personas de distintos países que se ven obligadas a abandonar sus hogares por diversas razones.
«Cada historia de refugiados es diferente. Nos propusimos contar tres historias diferentes y se nos ocurrieron tres formas distintas de visualizar su viaje y, no menos importante, su destino. Fue impactante retratarlo visualmente», comentó Marcus Ibáñez, director de acción publicitaria.
Por su parte, Elizabeth Tan, directora de la División de Protección Internacional del ACNUR, dijo: «Las personas que escapan de la guerra, la violencia y la persecución merecen ser recibidas con compasión y amabilidad, no con barreras, restricciones y discriminación, las cuales no deberían tener cabida en el mundo actual. Necesitan seguridad y protección, y es responsabilidad de la comunidad internacional unirse para encontrar soluciones duraderas que les permitan vivir con seguridad y dignidad».