Esta marca invierte millones de dólares anualmente en su intento por acabar con la piratería de sus diseños, pero sus esfuerzo en más de una ocasión han sido infructuosos al punto de hacerla perder uno de sus productos más icónicos.
Tal parece que si tu marca no merece la pena ser falsificada, entonces tu compañía no es realmente una firma de lujo. Este ecosistema de negocios que subsiste en detrimento de grandes empresas como Nike, es cuando menos, lucrativo, y la principal razón de dolores de cabeza para Louis Vuitton, quien invierte entre 17 y 23 millones de dólares anuales en investigaciones y acciones jurídicas en contra de la piratería, pero sus esfuerzos parecen ser insuficientes y esto le llevo a perder en 2016 la propiedad intelectual de uno de sus diseños más icónicos.
Se trata del Damier Azur, un diseño que la marca de alta costura registró en 1998, como propiedad intelectual internacional, el diseño de sus maletas y bolsos, reconocidos por su característico patrón en ajedrez color gris y beige, y la historia continuó así hasta que la empresa alemana Nanu-Nana solicitó el retiro de este registro, alegando que este producto “carecía de distintivitidad suficiente”.
La Oficina Europea de Propiedad Intelectual dio por fundado el reclamo en 2016 y temporalmente la marca perdió su diseño distintivo, en términos legales. Pero, el Tribunal General de la Unión Europea dio un giro inesperado en 2020 y revirtió la sentencia; considerando que el uso del patrón Damier Azur ha de tenerse en cuenta como propiedad de Luis Vuitton en el conjunto de la Unión Europea, aunque no en cada uno de los países de forma aislada. Si quieres conocer la historia en su totalidad y más, te invitamos a ver el siguiente video informe.