La iniciativa que intenta responder a esta pregunta fue creada por la agencia Grey Spain para la RAE y ofreció de manera gratuita dos productos: un perfume llamado Swine (cerdo en inglés) y unos lentes con efecto “blind” (ciego en inglés).
El chino es el idioma con más hablantes nativos del mundo, el año pasado 918 millones de personas lo hablaban como lengua materna, de acuerdo con Statista. Sin embargo, si se busca saber el total de hablantes, tanto los nativos como los que lo aprendieron como lengua secundaria, el chino cae hasta la segunda posición y es abrumadoramente superado por el inglés, que alcanzó los 1.452 millones de hablantes el 2021.
Y es que en la actualidad el inglés está en todas partes y es utilizado por todas las industrias, el marketing y la publicidad no son ajenos a esta tendencia. Benchmarking, target e influencer son algunas de las palabras que los profesionales de habla hispana pronuncian a diario con naturalidad pese a que son extranjerismos, pero ¿es correcto hablar así? ¿La publicidad ha sido invadida por el inglés?
En el 2016, la Real Academia Española (RAE) y la Academia de Publicidad impulsaron una campaña «contra la invasión del inglés». Denominada como “Lengua madre solo hay una”, la iniciativa buscaba reivindicar el uso del español en la industria publicitaria.
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Las acciones de la campaña
La iniciativa, creada por la agencia Grey Spain, lanzó dos comerciales en los que se hacía mofa de este uso exagerado de anglicismos. “Cada noche nace en ti una new woman”, decía el anuncio de un perfume llamado Swine (cerdo en inglés). En el video se utilizaron varias palabras en inglés reemplazando a sus homónimas en español.
La segunda acción era un comercial que promocionaba anteojos con el efecto ‘blind’ (ciego en inglés), es decir, unas gafas que no permitían ver.
Ambos productos fueron solicitados de manera gratuita por personas que se dejaron cautivar por la publicidad, pero luego, tras descubrir el mal olor de la fragancia y el efecto ‘blind’ de los lentes, les quedó la enseñanza de que los anglicismos en el español no son garantía de claridad a la hora de comunicarse.